El 4 de agosto, explosiones masivas sacudieron Beirut, hiriendo a más de 5.000 y matando por lo menos a 200 personas. Edificios y viviendas fueron devastados cerca del lugar de la explosión que causó grandes daños en gran parte de la ciudad, dejando hasta 300.000 personas desplazadas. El Líbano ya está sufriendo una crisis económica, mientras alberga a más de un millón de refugiados sirios y lucha contra la pandemia de COVID-19. Junto con Caritas Líbano (parte de la confederación católica Caritas Internationalis), Catholic Relief Services está ayudando en la limpieza de escombros y proporcionando comidas calientes, refugio seguro, medicamentos, equipos y herramientas de higiene, agua potable y apoyo psicosocial.