8 DE ABRIL: EL OBISPO BARBER COMPARTE ACTUALIZACIONES SOBRE RESTRICCIONES RELACIONADAS CON COVID-19 PARA LOS CONDADOS DE CONTRA COSTA Y ALAMEDA
Las parroquias en los condados de Alameda y Contra Costa ahora pueden permitir hasta el 50 por ciento de la capacidad oficial de asientos del edificio de la iglesia; sin embargo, eso debe tener en consideración la capacidad de obedecer la regla existente de distanciamiento de seis pies. (Los obispos de California están negociando con el Estado la posibillidad de que esta regla se p ajuste a tres pies, como se aplica a las escuelas). Todas las personas aún deben seguir las órdenes y mandatos de salud actuales. La capacidad del 50 por ciento incluye clérigos, monaguillos, músicos, técnicos de sonido / video y cualquiera que esté dentro del edificio.
Los condados de Alameda y Contra Costa han actualizado sus pautas con respecto al canto, la alabanza y el uso de instrumentos de viento en los lugares de culto. Para reflejar las reglas actualizadas, estamos ofreciendo más pautas que sirvan para informar y aclarar. Las restricciones de nivel naranja en ambos condados con respecto a la música y el canto son las siguientes:
En áreas interiores: solamente cantores, coros pequeños y otros ministros designados para la misa o eventos pueden cantar, manteniendo el distanciamiento físico entre ellos y la congregación.
En áreas al aire libre: los cantores, coros pequeños, ministros, así como la congregación, pueden cantar, pero sólo si los feligreses congregados usan tapabocas y mantienen la separación estrictamente impuesta de seis pies.
A medida que nuestra comunidad continúe vacunándose y disminuyan los casos, esperamos poder revisar las reglas y escuchar nuevamente el canto desde las bancas. Por ahora, le pedimos a todas las parroquias que obedezcan este protocolo de seguridad y nos ayuden a mantenernos seguros.
Las cosas están mejorando en el Área de la Bahía, pero, como hemos visto antes, cualquier avance puede desaparecer rápidamente, no solo como consecuencia de variantes potencialmente más contagiosas y resistentes a las vacunas, sino también al bajar la guardia frente a protocolos de seguridad establecidos previamente.
Me alienta el hambre de nuestro pueblo de querer regresar a la celebración de la Eucaristía, como lo presenciamos durante el Miércoles de Ceniza, la Semana Santa y más recientemente el Domingo de Resurrección. Démosle la bienvenida con los brazos abiertos, mientras al mismo tiempo les garantizamos su seguridad.
Con la certeza de mis continuas oraciones y bendiciones, soy,
Sinceramente suyo, en Cristo,
Reverendísimo Michael C. Barber, S.J. Obispo de Oakland