"Nosotros, los católicos, miramos a Cristo Jesús como nuestra máxima autoridad moral y guía, antes de cualquier preferencia personal a un partido político.
Acogemos las medidas adoptadas por la nueva Administración Presidencial en apoyo de la verdad sobre la sexualidad humana, la libertad religiosa, la protección de la vida y el apoyo a la familia.
Pero nos preocupa el alcance de las amenazas de "deportaciones masivas". La Iglesia Católica enseña que las naciones tienen derecho a asegurar las fronteras y puede establecer políticas apropiadas para la inmigración. La seguridad pública sigue siendo una preocupación urgente para los ciudadanos de Oakland y de los condados de Alameda y Contra Costa. Acogemos los esfuerzos del gobierno para protegernos.
Pero ¿debería ser arrestada y deportada una madre o un padre cuyo único "delito" fue buscar una mejor vida con libertad y seguridad para su familia? ¿Ellos quienes trabajan duro? ¿Ellos quiénes sus hijos asisten a nuestras escuelas y quiénes son nuestros vecinos, amigos y feligreses?
Ni una frontera abierta ni las deportaciones masivas resolverán nuestro problema de inmigración. Lo que necesitamos, y lo que los obispos católicos han estado solicitando durante 20 años, es una "Reforma Integral de Inmigración ". Es mi esperanza que nuestros funcionarios electos, tanto nacionales como locales, de todos los partidos políticos, trabajen de manera constructiva con este propósito.
Mientras tanto, uno mi voz a la del arzobispo Timothy Broglio, presidente de la Conferencia de los Obispos de los Estados Unidos, quien declaró: "Nuestra oración es una de esperanza para que, como nación bendecida con muchos dones, nuestras acciones demuestren un cuidado genuino por nuestros hermanos y hermanas más vulnerables, incluyendo a los no nacidos, los pobres, los ancianos y los enfermos, y los migrantes y refugiados".
Nosotros en la Diócesis de Oakland estamos preparados para usar todos nuestros recursos para responder y apoyar a los más vulnerables entre nosotros. Siempre lo hemos hecho y siempre lo haremos".
Reverendísimo Mons. Michael C. Barber, S.J. Obispo de Oakland